Cuando aparece en el mundo algún avance, modelo o sistema que revoluciona el mundo de la industria; en ocasiones podemos pensar que, después de eso, no habrá nada que pueda superarlo o que tendrían que pasar muchos años para ver el próximo paso.
La realidad es que, con todo lo que se ha conseguido en materia tecnológica, el tiempo que pasa entre el paso de una innovación a otra, se ha reducido de forma considerable; al punto de que, lo que parecía inalcanzable o sólo accesible en un futuro lejano, podría estar, incluso, a menos de una década de suceder.
Nuestra forma de movernos, comunicarnos y, vivir, ya no puede mantenerse estancada. La apertura global lo hace casi imposible; sin embargo, estos avances dependen, principalmente, de las acciones realizadas por las administraciones de los países en materia de inversión para desarrollo e investigación.
Desafortunadamente, México no ha salido bien librado en este rubro. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) en su estudio Perspectivas en Ciencia, Tecnología e Innovación en América Latina 2016, nuestro país obtuvo resultados negativos en casi todos los rubros de evaluación, colocándose en un estrato muy bajo en términos de de capacidad para innovar y desarrollar tecnología. Tanto por parte del gobierno como de las empresas privadas. En pocas palabras, México está estancado cuando se trata de innovar.
Sin embargo, el talento está presente, y México es un país que ha sabido recibir y adaptarse a los nuevos avances; por lo que, es seguro que, en un plazo corto de tiempo, hablamos del año 2025, puedan llegar al país varios cambios interesantes a lo que actualmente vivimos en varias industrias importantes y de interacción cotidiana.
Entonces, con esto en mente…la pregunta que surge es: ¿Qué industrias podrían tener el potencial de dar el siguiente paso hacia adelante en México y para qué tendríamos que estar preparados? De manera inmediata vienen tres a la mente que aquí se destacarán.
La industria automotriz y energética
Sin duda avanzarán dentro el rango de tiempo que aquí estimamos. México es un país con un extenso parque vehicular; datos del INEGI reportan que desde 1994, el número de autos registrados ha mostrado una tendencia de ascenso cada año; esto nos dice que, el mexicano ha convertido al automóvil en un producto casi necesario pero, el aumento de vehículos circulando diariamente ha traído consigo varios problemas, siendo uno de los más serios, el incremento en la contaminación e incluso la búsqueda de alternativas más eficientes para movernos.
Pensando en eso, y en la situación por la que pasa el sector energético, comenzó la inserción de coches híbridos y han demostrado ser un éxito reciente. Hasta julio del año pasado, las ventas de estos vehículos aumentaron en un 85%, en relación a julio de 2017, esto de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
La tendencia a adquirir vehículos conectables irá en aumento, y aunque se ha mencionado el tema de losvehículos autónomos, eso aún se ve lejano por distintos factores como perfeccionamiento y regulación.
Lo que sí veremos en 2025 serán más modelos híbridos y eléctricos en las ciudades, con costos reducidos por el menor uso de combustibles y, por consecuencia, con mayor alcance para la población, o incluso nuevos modelos innovadores sobre la propiedad o uso de vehículos que serán una alternativa de tener un coche propio.
Como ejemplo podemos encontrar propuestas como Carengo, para renta de coches entre particulares o la reciente expansión del Pryus, el coche híbrido de Toyota líder en el sector.
Movilidad urbana
La próxima industria que también vivirá una revolución en 2025 será la de movilidad urbana, la cual está relacionada estrechamente con el tema de los automóviles. Es innegable el crecimiento de las grandes metrópolis, siendo una de ellas la capital mexicana, entre otras ciudades; pero este desarrollo ha colocado el tema de movilidad y desplazamiento sobre la mesa.
Las estrategias de movilidad implementadas en ciudades con alta dependencia al automóvil, tendrán que voltear hacia el fenómeno de la intermodalidad, el cual se ha mostrado capaz de crear condiciones de bienestar y eficiencia en cuestiones de desplazamiento, mejorando la seguridad y reduciendo costos.
El uso de un transporte cómodo, ecológico, eficiente y personalizado será de vital importancia y, las aplicaciones de movilidad por alquiler, como Cabify, están haciendo su parte para transformar la naturaleza de este ecosistema; de modo que, la proyección para los próximos años se aboca a que una persona cuente con todo tipo de servicios para una movilidad rápida y segura, que logre extenderse a todas las ciudades del país.
Tomando como referencia lo que ya existe, y considerando que tan solo en el último año más de 10 empresas llegaron al país para expandir su oferta de servicios de movilidad compartida, incluyendo MOVO, con patines eléctricos, SKUT con motos eléctricas o Waze con su solución para car-pooling, a futuro incluso podríamos ver a todos los medios de transporte de forma interconectada por medio de una tarjeta o aplicación para disponer de todos los servicios de desplazamiento.
La vivienda
Finalmente, pero no por ello menos importante, no hay que olvidarnos de las próximas tendencias en el sector inmobiliario o de vivienda. Si ya enfatizamos en la forma en que nos moveremos; la manera en que vamos a vivir será igual de relevante y revolucionaria.
Continuando con el panorama de la expansión urbana, el año 2025 verá un mayor desarrollo del modelo de verticalización de edificios; que ya ha comenzado a establecerse en el país. En los últimos cuatro años, la construcción de complejos verticales ha despegado considerablemente, abriendo un área de oportunidades para el sector residencial.
El Internet de las Cosas
También jugará un papel importante en las viviendas del 2025. Los edificios y casas inteligentes serán más constantes, accesibles y con servicios completamente automatizados, lo que resultará en un aumento de la seguridad y comodidad de los hogares automatizados, y en mucha practicidad y conveniencia, al adoptar incluso “una mano” adicional a través de ayudantes virtuales inteligentes como Alexa de Amazon.
Sumado a ello, una tendencia aún mayor comenzará a crecer en México derivado de los retos para adquirir vivienda que enfrenta los adultos jóvenes en México y a que los costos de financiamiento y el poder adquisitivo es cada vez menor, y las rentas son cada vez más altas, comenzamos a ver el surgimiento de alternativas a la propiedad de una casa o un departamento.
Desde modelos de propiedad compartida, financiamiento colectivo de inmuebles y hasta modelos de renta de muebles y electrodomésticos, con estas tendencias cada vez más se podría optar por no tener una propiedad y por contrario, invertir más en experiencias como viajes o servicios o incluso nuevas formas de ahorro o inversiones.
De esta forma, la proyección de hoy a seis años indica a un planteamiento de modernidad y eficiencia enindustrias clave para el desarrollo de las grandes ciudades en el país, con miras a tener metrópolis más dinámicas, con el uso de la intermodalidad urbana y la vivienda inteligente como medios para mejorar la calidad de vida de consumidores cada vez más informados.
Comentarios
Publicar un comentario